jueves, 26 de septiembre de 2019

CABANES, ALBALAT Y MIRAVET EN EL DICCIONARIO MIÑANO (1823-1829)

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

Por JUAN EMILIO PRADES BEL.

 CABANES, ALBALAT Y MIRAVET DEL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XIX, EN EL DICCIONARIO MIÑANO (1823-1829).
ESCRIBE: JUAN EMILIO PRADES BEL
   El Diccionario Miñano es una extensa y magna obra de recopilación de datos geográficos y estadísticos titulada Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal. De la obra publicada es titular de la misma y autor adscrito de la iniciativa es Sebastián Miñano Bedoya persona ilustre y cultivada, intelectual, escritor y destacado político de su época. Miñano es natural de Becerril de Campos (Palencia), nació un 20-1-1779, fue óbito en Bayona 6-2-1845, sus restos descansan en el viejo cementerio de San Sebastián.
   Sebastián Miñano fue un ilustrado viajero e investigador, fue recopilando los datos estadísticos de toda la península ibérica, para tan extensa tarea contó con la ayuda de colaboradores en provincias. Miñano fue describiendo y relatando fidedignamente las particularidades geográficas y estadísticas de los pueblos de España y Portugal, la obra se compone de 10 tomos más un apéndice, escritos y publicados entre los años 1826 y 1829 para suscriptores.
   En el Tomo II del diccionario, página 219, Sebastián Miñano nos deleita con una breve descripción de la villa real de Cabanes y su extenso término municipal con anexiones en el tiempo de otros territorios, y dice textualmente así (sic): Cabanes V. R. de España, provincia de Valencia, partido de Peñíscola, Obispado de Tortosa, A.O. ,397 vecinos, 1,124 hab., 1 Parroquia, 1 hospital muy pobre.
 Situada cerca del rio Seco, a distancia de 4 leguas de Castellón de la Plana, a la falda de una pequeña altura, delante del llano denominado comúnmente de Cabanes, en el cual hay un gran arco de piedra por debajo del cual pasa un camino; es sin duda monumento de algún triunfo en tiempo de los romanos.
 Lo demás del término es montuoso y produce trigo, vino, algarroba, aceite y ganados. Están agregados a su término los despoblados de Miravete y Albalat desde el año 1575, y así llega hasta el mar, y en él está el Estanque de los Ánades con su islote, que los gentiles dedicaron a la Diosa Minerva.
Tiene por armas un castillo con tres torres, dista 2 horas de Villafamés, 15 leguas de la capital, 6 S.O. de la cabeza de partido y 2 del mar. Contr. (contribuye con)32.585 rs.
Autor del texto Sebastián de Miñano y Bedoya, extraídos de su “Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal.  Tomo II, página 219.
CONCLUSIONES POR JUAN E. PRADES:
    Sobre lo publicado sobre Cabanes por el ilustre Sebastián Miñano, lo que más me llama la atención del texto es la cita que hace sobre el Estanque de los Ánades, del cual menciona su islote, les resultara extraño a los vecinos actuales de la Ribera, pero esta referencia geográfica que refiere Miñano, que en la época de su paso por el lugar existía un pequeño islote, es una cita cierta, puesto que en mapas antiguos personalmente e podido ver este islote dibujado sobre el papel de un mapa topográfico, era una pequeña isla central rodeada por lámina de agua. 
   Miñano recoge y nos regala para nuestra historia la leyenda del nombre de este islote central del Estanque de los Ánades, y nos da la clave del saber que en tiempos pretéritos los gentiles (1) (idólatras) dedicaron este accidente topográfico a la Diosa Minerva de la mitología greco-romana, un topónimo mitológico del pasado que sobrevivió al paso del tiempo, y que recogió Miñano en su diccionario. (1)- (En los siglos XVIII-XIX, el adjetivo gentil o gentiles se aplicaba para designar o nombrar a las personas buenas que no profesaban la religión cristiana, judía o monoteista). 
   En la actualidad y realidad del siglo XXI ciertos hallazgos materiales, paleohabitat, nomenclaturas y topónimos nos entroncan con un pasado ancestral con las  épocas de la culturas ibérica y romana, unas gentes y pueblos antiguos que existieron asentados rodeando las tierras palustres, junto y en relación con la gran albufera preexistente al Estanque de los Ánades, dicha albufera estaba hace dos milenios abierta al mar en varios puntos, y fue durante siglos navegable, puesto que hasta el siglo XVIII pescadores con barca pescaban peces de mar en este interior. A juzgar por hallazgos materiales como lastres, sigillatta, campaniense, ánforas Almagro 51-C, romanas, greco-itálicas... está relacionado con las actividades antrópicas del exterior e interior de la albufera a lo largo de la costa, y con los asentamientos y fondeaderos de Torre de la Sal. La albufera hoy día totalmente colmatada, no era así en épocas pretéritas, que estaría abierta al mar y con calado en su interior, apto para fondear embarcaciones, en un puerto natural de mayor o menor grado y calado, donde los navegantes encontrarían refugio y clemencia en fechas de temporal, y amparo en donde poder pernoctar las embarcaciones en ruta a las noches, fuesen de pesca (botes), o itinerantes barcos mercantes, dedicados a comercios y transporte naval de cabotaje.
   Según la mitología greco-romana Minerva era la diosa de la Sabiduría y de la Guerra, y la diosa del Olivo, era hija de Júpiter, el dios de dioses, y de Metis (hija de Océano). El dios Júpiter, se fijo en Metis, que era una ninfa de notable belleza,  contemplándola Júpiter quedó prendado de ella, y para demostrarle su amor se la tragó, después de tragarse a la ninfa Metis (la prudencia), a Júpiter le sobrevino un terrible dolor de cabeza, y no se le ocurrió otra cosa que  pedirle a Vulcano el dios del fuego y de los metales, que le golpeara con su hacha para abrirle su cráneo. Vulcano accedió y al hacerlo, una mujer armada y perfectamente protegida con armadura salió del interior de la cabeza de Júpiter, y así es como nació y vio la luz Minerva la diosa de la Guerra y de la Sabiduría. Minerva es también la diosa del Olivo, a raíz de una pelea entre ella y Neptuno dios de las aguas y los mares, ambos siempre en desacuerdo. Los dioses del Olimpo se reunieron para saber quién sería el protector de la futura ciudad de Atenas. El que consiguiera darle el regalo más útil a la ciudad, ganaría. Minerva ofreció un olivo mientras que Neptuno un caballo. El olivo fue considerado más útil porque les permitiría a los hombres vivir. Entonces ella se convirtió en la protectora de Atenas, que llevaría su nombre Atenea.
ADDENDA:
(1)- La existencia de un templo dedicado a una divinidad protectora como es Minerva, podría ser una evidencia de la preexistencia y actividad arcaica de una instalación portuaria o fondeadero fluvial en el interior de la albufera de los Ánades.
(2)- Las referencias y los referentes aducen a visualizar los pasos evolutivos de la humanidad, entrelazados y compartidos por emanación del espacio terrenal común, que la entropía aproxima a los tiempos pretéritos del pasado histórico greco-romano, con protección de la divinidad confesa de este territorio.
(3) - Al Mar Menor de Cartagena. En la antigüedad en la isla hubo un templo consagrado a Baal Hammon, principal dios fenicio adorado por Cartago, que más tarde fue identificado por los romanos como Saturno.
(J.E.P.B./La Ribera/Plana de Albalat/2013)

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFIA :
- Sebastián de Miñano y Bedoya (1826-29): “Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal. Imprenta de Pierrat Peralta, plazuela del Cordón, 1, Madrid, año 1826
-Tofiño: Derrotero de las costas de España en el Mediterráneo y su correspondiente de África, Escrito en los años 1783 y 1784 por el brigadier de la Real Armada Don Vicente Tofiño de San Miguel. Segunda Edición. Impreso en 1832.

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